¿Qué es la gestión ambiental?

Daniel Antonio Calizaya Torrez
 ¿Qué es la gestión ambiental? 

La gestión ambiental se define como un sistema que incorpora procesos para resumir, monitorear, informar, desarrollar y ejecutar políticas ambientales. El objetivo de fomentar un sistema de gestión ambiental es garantizar el estado saludable de nuestro planeta para las generaciones futuras.

La gestión ambiental abarca diversos aspectos, como la protección de la biodiversidad, la conservación de los ecosistemas, la gestión de residuos, la reducción de la contaminación, la utilización eficiente de los recursos naturales, la promoción de energías renovables y el fomento de prácticas sustentables en diversos sectores, como la industria, la agricultura, el transporte y la construcción.

Para llevar a cabo una gestión ambiental efectiva, se requiere la participación de diferentes actores, como gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general. Esto implica el desarrollo de políticas y regulaciones ambientales, la implementación de prácticas de producción y consumo sostenibles, la educación ambiental y la sensibilización de la población.

El objetivo principal de la gestión ambiental es lograr un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente, de manera que se puedan satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. En resumen, la gestión ambiental busca promover la sustentabilidad y la protección del entorno natural para garantizar un futuro viable para nuestro planeta.

Objetivos de una gestión ambiental

Los objetivos de una gestión ambiental pueden variar dependiendo del contexto y las necesidades específicas de cada situación. Sin embargo, a grandes rasgos, los objetivos comunes de una gestión ambiental son los siguientes:

• Conservación y protección del medio ambiente: El objetivo principal es preservar los recursos naturales, los ecosistemas y la biodiversidad, evitando la degradación y pérdida de los mismos.

• Prevención y reducción de la contaminación: Se busca minimizar o eliminar la emisión de contaminantes al aire, agua y suelo, así como gestionar adecuadamente los residuos generados por actividades humanas.

• Uso sostenible de los recursos naturales: Se pretende garantizar que los recursos naturales, como el agua, los suelos, los bosques y los minerales, se utilicen de manera eficiente y responsable, evitando su sobreexplotación o agotamiento.

• Fomento de prácticas sustentables: Se busca promover la adopción de prácticas y tecnologías sostenibles en diferentes sectores, como la industria, la agricultura, el transporte y la construcción, que minimicen el impacto ambiental y maximicen la eficiencia.

•  Cumplimiento de la normativa ambiental: Se pretende asegurar el cumplimiento de las leyes y regulaciones ambientales establecidas por los gobiernos, garantizando así un marco legal que proteja el medio ambiente.

•  Educación y conciencia ambiental: Se busca sensibilizar y educar a la población sobre la importancia de la protección ambiental, promoviendo comportamientos y actitudes responsables hacia el entorno natural.

•  Promoción de la participación y colaboración: Se fomenta la participación activa de diversos actores, como gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, para trabajar de manera conjunta en la gestión ambiental, compartiendo responsabilidades y recursos.

Estos objetivos contribuyen a alcanzar la sostenibilidad ambiental, social y económica, buscando un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.

Problemas de una mala gestión ambiental 

Una mala gestión ambiental puede acarrear una serie de problemas que afectan tanto al medio ambiente como a la sociedad en general. Algunos de los principales problemas asociados a una mala gestión ambiental son los siguientes:

• Degradación y pérdida de ecosistemas: Una gestión ambiental deficiente puede resultar en la degradación y destrucción de ecosistemas naturales, como bosques, humedales y arrecifes de coral. Esto conlleva la pérdida de biodiversidad, la desaparición de especies y la alteración de los equilibrios ecológicos.

• Contaminación del aire, agua y suelo: Una mala gestión ambiental puede provocar la emisión descontrolada de contaminantes al aire, la descarga de sustancias tóxicas en cuerpos de agua y la acumulación de residuos no gestionados en el suelo. Estas formas de contaminación tienen impactos negativos en la salud humana, la calidad del agua potable, la productividad agrícola y la biodiversidad.

• Escasez y mala calidad del agua: La falta de una gestión adecuada de los recursos hídricos puede llevar a la sobreexplotación de acuíferos, la contaminación de fuentes de agua y la disminución de la disponibilidad de agua dulce. Esto afecta a la seguridad hídrica, el acceso al agua potable y la supervivencia de los ecosistemas acuáticos.

• Cambio climático: Una mala gestión ambiental contribuye al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que a su vez acelera el cambio climático. El calentamiento global tiene graves consecuencias, como el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los glaciares, el incremento de fenómenos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar.

• Impactos en la salud humana: Una mala gestión ambiental puede tener efectos perjudiciales para la salud humana. La contaminación del aire, el agua y el suelo puede causar enfermedades respiratorias, problemas de piel, intoxicaciones y otros trastornos relacionados. Además, la pérdida de biodiversidad puede aumentar el riesgo de aparición de enfermedades transmitidas por animales.

• Pérdida económica y de empleo: La falta de una gestión ambiental adecuada puede afectar negativamente la economía. Los desastres ambientales, la degradación de recursos naturales y la falta de sostenibilidad pueden llevar a la pérdida de empleos en sectores dependientes de los recursos naturales, como la pesca, la agricultura y el turismo.

Estos problemas resaltan la importancia de una gestión ambiental efectiva y responsable, que permita preservar los recursos naturales, proteger la salud humana y garantizar un desarrollo sostenible.